25.4.10

La belleza interior


El rostro, el cuerpo, definitivamente pueden ser el espejo del alma.
Por tanto, solo cuando una persona se encuentra feliz y cómoda en todas sus situaciones de la vida, irradia algo algo especial y atractivo que el entorno inmediato nota.Entonces hablamos de la belleza interior y todo lo externo reluce.

Tan bueno como cuidar el cuerpo es cuidar el alma y para ello solo hace falta un poco de voluntad. Los problemas existen siempre, la diferencia esta en como los enfrentamos. Si vivimos quejándonos de todo lo “ malo“ que nos sucede, la posibilidad de que nos siga sucediendo es alta . Atraemos lo que creemos.

Los sicólogos dicen que el ser humano tiene una especie de “adicción a la melancolía “ , lo que no suena para nada descabellado si revisamos nuestra propia historia . ¿ Cuantas veces repetimos en nuestra mente aquel momento en que nos hicieron daño o hicimos algo que iba contra nosotros? Luego nos culpamos o nos sentimos victimas de las circunstancias olvidando que solo nosotros creamos y atraemos nuestra realidad con el pensamiento.

Al recordar situaciones de “baja energía “ le damos poder por que las volvemos a vivir con sentimientos. Por lo mismo eso de “piensa positivo” es el mejor consejo que nos pueden dar.
A veces no es fácil porque estamos acostumbrados a quedarnos “pegados” en situaciones. Cuando te sorprendas en un estado emocional que te hace daño, intenta mirar desde afuera y sacar lo bueno. Respira profundo, deja que el aire entre en tus pulmones y piensa en cosas y personas que te hacen bien.

Imagina tu felicidad, imagínate bien, imagínate mejor.

Debemos cuidarnos físicamente, hacer ejercicios, preocuparnos de nuestros hábitos y nuestra dieta pero nada podrá hacernos sentir y lucir bien como manejar una armonía interior producto de la seguridad de ser felices las 24 horas del día.

No importa lo que te suceda, importa como reaccionas a ello. Vive la tristeza pero no te aferres a la melancolía y ni al dolor. Fluye y verás que siempre estarás mejor.


DN